Estos pendientes fueron un capricho por la piedra grande anaranjada, color teja, que me pareció preciosa, luego las combiné con un hilo rígido verde botella y piedras más pequeñas translúcidas en el mismo verde, con unos topes para dejarlas a diferentes alturas.
Os he querido acercar un poquito la imagen para que veáis en detalle las piedras, pero creo que se ven un poco borrosas.
En este caso el pendiente se hace de otra manera, se cortan dos trozos igual de largos del alambre verde, uno para cada pendiente, y cada trozo se dobla a la mitad. Este tipo de alambre dobla muy bien. Justo donde se quede marcado la mitad, se mete la arandela del broche del pendiente y a continuación con ambos extremos del hilo juntos se introduce la piedra grande, que quedará en la arte superior. Ahora apretaríamos una grapa para que no se baje la piedra y en los dos alambres que quedan abiertos colocaríamos las piedras verdes a diferentes alturas.
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